miércoles, 5 de diciembre de 2012

Napoleón cruzando los Alpes




De este óleo sobre lienzo existen cinco versiones pintadas por el mismo artista, Jacques-Louis David, entre 1801 y 1805. Esta versión está en el Palacio de Charlottenburg, en Berlín. David era un pintor neoclásico, que ilustró los principales eventos de la revolución francesa y luego se convirtió en pintor oficial del imperio de Napoleón Bonaparte.

En el año 1800 Napoleón, que había llegado al poder tras el golpe de estado del 18 de brumario (9 de noviembre) de 1799, decide marchar a Italia al mando de un ejército para auxiliar a las tropas francesas que se enfrentan a los austriacos. Para sorprender a estos, atraviesa los Alpes por el paso de San Bernardo. La victoria en Italia consolida el poder de Napoleón en Francia y el dominio de Francia en Europa. 

El retrato ecuestre es una idealización de David. En realidad, Bonaparte cruzó los Alpes con buen tiempo y a lomos de una mula, pero el pintor nos lo muestra a lomos de un fogoso corcel, cuya crin y cuya cola ondean al viento, como la capa del jinete, que señala a las tropas el camino a seguir. Lleva uniforme de gala y espada, y con su mano izquierda sujeta las riendas del caballo, que está alzado sobre sus patas traseras, lo que transmite el mensaje de un líder que manda sobre hombres y animales. El paisaje es nevado y el cielo gris. Al fondo, cañones, lanzas, soldados y banderas.

En el primer plano, sobre las rocas, está grabado el nombre de Bonaparte junto con los de otros dos grandes guerreros que cruzaron los Alpes: Aníbal y Carlomagno.

David era un gran pintor neoclásico y la imagen de Napoleón a caballo, de gran realismo y con una magnífica perspectiva, recuerda estatuas ecuestres romanas, como la del emperador Marco Aurelio.

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